Su filosofía
Como ellos mismos cuentan “todo empezó hace más de 30 años “la Kiki” abrió un pequeño local en Portada Alta para poder vender sus dulces. Isabel, o “la Kiki” como la llamaba su familia, empezó con mucha ilusión junto a su marido esta aventura. Al cabo del tiempo, toma las riendas del negocio María José, su sobrina, que revolucionó el mundo de las palmeras y nos volvió locos a todos con sus ideas de hacerlo todo a lo grande… ¿Por qué no crear una palmera en tamaño XXL para poder comer todos? Mari, para los amigos, junto a su equipo pastelero creó la famosa Palmera gigante de Casa Kiki y de esa forma nació uno de los dulces malagueños más conocidos de la ciudad.