La popular Venta Españita, que empezó de forma sencilla, junto a un almacén de paja en la antigua carretera de Málaga a Casabermeja, ha cerrado sus puertas tras más de cuarenta años abierta en los Montes de Málaga.
El origen de esta venta fue casi casual, ya que empezó cuando Diego España se reunía allí con su familia los fines de semana para comer y celebrar encuentros. Con el tiempo se fueron sumando amigos y más gente, hasta que algunos viajeros que pasaban por la zona comenzaron a preguntar si podían quedarse a comer… Y así nació la venta.
El cierre se ha producido tras el fallecimiento de su fundador y por la falta de relevo generacional. Aunque tenía 90 años, Diego seguía yendo a diario a la venta y era una figura clave para la familia y el negocio. Sus hijas han explicado que, tras su muerte y después de muchos años de trabajo, ya no podían continuar.
La Venta Españita abrió oficialmente en 1983 y siempre se mantuvo fiel a sus orígenes humildes. Durante años fue lugar de comidas familiares, celebraciones y encuentros. Con su cierre se pone fin a una parte de la historia popular de los Montes de Málaga.