Muchos dulces están relacionados con determinadas fechas, como los turrones, las torrijas, roscones de Reyes o los buñuelos de viento y huesos de santo, que coinciden con el día 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos.
Los buñuelos consisten en una masa ligera y frita, con forma esférica, endulzada en su origen con miel, aunque con el tiempo se ha sustituido por azúcar glas y se ha ido rellenando a lo largo de los años con nata, crema, chocolate, mermelada, batata, cabello de ángel o incluso dulce de leche en épocas más recientes. Su origen parece que lo podemos encontrar en la gastronomía árabe, y ya en el siglo XVI encontramos referencias a ellos, aunque los romanos ya elaboraban algo parecido.
Los huesos de santo, una masa de almendra y azúcar, que sin duda está relacionada con el mazapán, y rellena de dulce de yema, tiene un inequívoco origen árabe, pero fueron los cristianos los que le dieron el el sentido actual y lo relacionaron con el Día de los Difuntos de la cultura católica.
Actualmente son numerosas las pastelerías y confiterías malagueñas que los elaboran, sobre todo en estas fechas, entre las que se encuentran El Colmenero, Pathelin, La Canasta, Daver, Ávila, Aparicio, Rute, Tejeros, Lepanto, La Exquisita, Ignacio Mira…
(Foto de buñuelos Tejeros)