Con la llegada del otoño, las plantaciones de limones, naranjas y mandarinas de Málaga, que principalmente se concentran en el valle del Guadalhorce, comienzan a ofrecer sus frutos con un punto óptimo de maduración, lo que se traduce en un excelente sabor y textura, así como en una alta producción, lo que hace que sea el mejor momento para su consumo, que además, se trata de un producto local de proximidad, lo que favorece la sostenibilidad de nuestro entorno.
En la provincia de Málaga contamos con unas 10.000 hectáreas dedicadas al cultivo de cítricos, de las cuales unas 8.300 corresponden a naranja y limones, mientras que alrededor de 1.700 hectáreas son mandarinas. Estos cultivos producen unas 135.000 toneladas
Desde ASAJA alertan del descenso en el consumo de cítricos, a pesar de tratarse de unas frutas de excelente sabor, muy beneficiosas para la salud y que pueden ser consumidas directamente o en zumo. Además de formar parte de emblemáticas recetas de Málaga, como la Ensalada Malagueña. Desde la Academia Gastronómica de Málaga recomendamos consumir naranjas, mandarinas, limones y pomelos, sobre todo, si son de nuestros campos.