La presidenta del Consejo Regulador de la recientemente aprobada Denominación de Origen Protegida ”Miel de Málaga”, Virginia Montañez, junto con el delegado territorial de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Fernando Fernández, han presentado el nuevo etiquetado de la miel producida en nuestra provincia y amparada bajo la DOP, que se aprobó el pasado mes de junio.
Un importante paso para garantizar la calidad de un producto como la miel, que cuenta en Málaga con casi 600 apicultores, que se traduce en unas 80.000 colmenas y una producción que se ha visto mermada en los últimos años por diversas causas, como la sequía, y que en 2024 se estima que ha sido de 400.000 Kg.
La DOP incluye ocho variedades bajo su amparo: mieles monoflorales como la de azahar, romero, castaño o aguacate, y multiflorales de diferentes combinaciones. La de azahar, de tono ámbar claro y notas cítricas, es suave y aromática; la de romero, más intensa, tiene un carácter herbal; mientras que la multifloral ofrece un equilibrio de sabores que refleja la riqueza de la flora malagueña. Cada tipo se analiza para garantizar su trazabilidad y calidad, desde la colmena hasta el envasado, todo dentro de la provincia.
Recordemos que la historia de nuestra tradición apícola se remonta a la época de los fenicios, y que en el siglo XVI están documentadas las ordenanzas por las que debían regirse las colmenas de Málaga. Hoy, tras más de dos décadas de esfuerzo de la Asociación Malagueña de Apicultores, este distintivo oficial certifica su origen y calidad, un logro que protege a productores y consumidores por igual.