La Academia Gastronómica de Málaga ha inaugurado su “Cuadro de Honor” de académicos insignes con la incorporación de nuestra querida Lucía Montes, fundadora del Catering Lucía y, sobre todo, una gran apasionada y defensora de nuestra gastronomía. Este homenaje ha tenido lugar durante la comida de Navidad de la Academia celebrada hoy 13 de diciembre de 2024 en el restaurante Balausta del Hotel Palacio de Solecio de la capital malagueña.
Luchi, como todos sus amigos la conocen, según nos cuentan sus hijos rememorando con enorme cariño su vida, «llega a Málaga a mediados de los 60 desde Madrid, casada con Fco. Muñoz Arjona, antequerano de pura cepa con el que crea su gran familia con cuatro hijos.
Si bien desde joven fue una apasionada de la cocina, de sus cuñadas aprende guisos propios de nuestra tierra así como repostería tradicional. Como siempre comentaban los amigos de sus hijos, en su casa siempre se comía estupendamente 😉
Por circunstancias de la vida, en los 90 se ve en la necesidad de colaborar económicamente en el mantenimiento de la familia y, ni corta ni perezosa, comienza a elaborar en su cocina mousses de chocolate rescatando una antigua receta belga. Esos mousses se los compran en el mítico Antonio Martín, Frutos, … eran pura exquisitez!
Tras el éxito obtenido, un amigo le pide ayuda para llevar el restaurante de un hotel y, al poco tiempo, que le organice la boda de su hija. Como reza el dicho, de una boda sale otra boda y poco a poco comienza a organizar eventos en varios espacios de Málaga. Había nacido Catering Lucía.
Tras varios exitosos eventos y contando con el apoyo de la mítica Escuela de Hostelería La Cónsula, le plantean llevar las celebraciones en el Palacio Monte Miramar. Un espacio en la capital, muy bien situado, que rápidamente se puso de moda, y en donde se celebraban bodas un fin de semana tras otro los viernes, sábados e incluso domingos.
Al mismo tiempo surge la posibilidad de adquirir un local en el Cerrado de Calderón, Romara, y allí se montan las cocinas centrales del catering. También, Salomón Castiel, director del Teatro Cervantes, contacta con ellos y comienzan a servir las primeras grandes fiestas del Festival de Cine Español de Málaga.
Y también en esa época, D. Javier López, cofundador del Instituto Internacional San Telmo, le propone llevar todo el suministro de la institución que acababa de aterrizar en Málaga desde Sevilla. E incluso se forma allí con un Máster de Empresa Familiar.
Con su eterna sonrisa, ayudó y enseñó a muchos de los que hoy en día son grandes profesionales del sector. Colaboraba cada año en el Rastrillo de Nuevo Futuro, Club de Leones, fue tesorera de la Asociación Española Contra el Cáncer, donó muchos eventos a distintas ONGs…
Trabajadora incansable, en 2013 y con 75 años, cedió el testigo a sus hijos».