Todo el mundo pregunta a Marcos Granda por el secreto de su éxito. Sumiller y restaurador, el propietario de Skina, ha logrado catapultar al cielo este exclusivo espacio a base de «gestión de talento» y amor por la alta gastronomía. Desmontando estereotipos de que el éxito de un gran restaurante no es sólo contar con un gran chef.
Dos estrellas Michelín por su restaurante Skina en Marbella y en la última edición de la Guía Roja ha logrado otra con Nintai, su última creación en la ciudad. Fuera de Málaga, Granda tiene una estrella en su restaurante Ayalga de Ribadesella y otra en Clos, en Madrid.