Su filosofía
El trabajo en Ramos-Paul se centra en aprovechar las características del entorno: un suelo arcilloso, un microclima particular y la altitud de la zona. La cosecha se realiza a mano en cajas para garantizar la calidad de la uva, y la crianza tiene lugar en barricas de roble francés, almacenadas en túneles bajo las ruinas romanas de Acinipo. Este enfoque combina métodos tradicionales con técnicas actuales, priorizando el respeto por el territorio.