Pablo Caballero, catalán de nacimiento pero malagueño de adopción, es un chef diferente al que le llegó la vocación mientras se formaba en diferentes restaurantes como forma de viajar y conocer nuevas culturas.
Como el mismo reconoce: «lo mío con la cocina no fue totalmente vocacional. Tenía muchas ganas de viajar, de conocer mundo y nuevas culturas y debía buscar algún trabajo que me permitiese recorrer mundo y a la vez pagar mis gastos. El trabajo en cocina me pareció perfecto para esto. Y así empezó todo… Después llegué a ser jefe de cocina en distintos restaurantes y hoteles en ciudades como Barcelona, Santa Cruz de Tenerife o Málaga. Entre tanto, mientras me enamoraba de esta profesión, continué formándome para mejorar mi técnica y fui «stagier» en distintas escuelas y cocinas.