La venta de este fruto seco es una de las estampas más típicas de Málaga. ¿Quién no ha comprado alguna vez un cartucho de almendras tostadas y saladas en un puesto callejero en el centro de Málaga?
La provincia de Málaga dedica una importante extensión al cultivo, producción y exportación de la almendra en zonas del Valle del Guadalhorce, Los Montes de Málaga o la Alta Axarquía. Una de las principal cooperativas dedicada a la almendra es Almensur, que la comercializa en multitud de formatos y además también elabora con ellas productos como garrapiñadas o turrones.
La variedad marcona, apreciada por su sabor y mayor tamaño, es la más abundante en Málaga. También encontramos la largueta y la comuna, y en los últimos años también se ha introducido la guara.
El calendario malagueño de fiestas también está vinculado con la almendra, ya que muchos municipios dedican jornadas especiales a poner en valor este alimento como reclamo turístico. Así, encontramos el Día del Almendro, en Guaro; el Día de la Almendra, en Almogía; o la Fiesta del Ajoblanco, en Almáchar.
La floración del almendro es todo un espectáculo que tiñe de colores blancos y rosas numerosos paisajes de la provincia de Málaga entre los meses de enero y febrero.
La almendra es uno de los ingredientes básicos en multitud de recetas tradicionales malagueñas como el ajoblanco, la porra blanca, chivo en salsa o las clásicas albóndigas con salsa de almendras. Como ya hicieran los árabes en su día y quizás por eso, también en la vertiente más dulce la almendra es la base de postres como el bienmesabe de Antequera, la torta de aceite malagueña o la galleta de almendras de Ardales. La almendra también es muy utilizada para la elaboración de mantecados y polvorones durante las fechas navideñas.