Una de las razas caprinas más importantes del mundo es la cabra malagueña. Destaca por la producción de leche y la calidad de la carne del chivo lechal. Esta, es la primera carne caprina andaluza y española con marca de calidad. Algunos de los requisitos que tiene que cumplir esta especie es: que procedan de una ganadería que garantice el bienestar animal, tener un mes de edad, estar entre los 8 y los 10 kilos, que su madre sea de pura raza malagueña (inscrita en el Libro Genealógico de la raza o certificada por la Asociación Española de Criadores de la Cabra Malagueña) y que su alimentación sólo haya sido leche de ésta.
Además de su sabor exquisito, el chivo lechal malagueño es una carne magra y saludable. Es rica en proteínas de alta calidad, vitaminas del grupo B, y minerales como el hierro y el zinc, con un contenido bajo en grasa. Esto la convierte en una opción ideal para quienes buscan una dieta equilibrada sin renunciar al placer gastronómico.
Algunos de los platos típicos destacados con este producto son: paletilla asada, chivo a la pastoril, en salsa, al horno o caldereta. Aunque también podemos encontrar productos elaborados en el mercado como el paté de hígado de chivo lechal al vino moscatel.
Un producto tan identificativo, que muchas fiestas de la provincia malagueña giran alrededor suyo. Por ejemplo, la Fiesta de la Cabra Malagueña, en Casabermeja, o el Concurso Gastronómico Provincial de Chivo de Lechal Malagueño, de la asociación La Carta Malacitana. También es muy famoso en la localidad de Canillas de Aceituno, por su tradicional receta de chivo asado en horno de leña. Hoy en día, la siguen manteniendo e intercalando con otras más actuales como en lasaña o canelones, salsa de almendras o, simplemente, a la plancha.
Una carne como esta, de kilómetro 0 y con tanta calidad, es la que tenemos que preservar para que Málaga siga teniendo ese protagonismo gastronómico dentro de la dieta mediterránea que tanto nos representa.
El chivo lechal malagueño proviene de la cabra malagueña, una raza autóctona reconocida por su adaptación a los climas cálidos y montañosos. Criado en condiciones ideales, este cabrito se alimenta exclusivamente de leche materna, lo que garantiza una carne de textura tierna, color rosado pálido y un sabor suave y delicado, con un toque láctico que lo distingue de otras carnes.
La cría sostenible de estos animales es un pilar fundamental de su producción. Las explotaciones ganaderas de la provincia de Málaga siguen prácticas tradicionales que respetan el bienestar animal y el medio ambiente, consolidando al chivo lechal como un producto ético y de alta calidad.
En la Cocina Malagueña
El chivo lechal malagueño es un ingrediente versátil que ha conquistado tanto las mesas de los hogares como las cocinas de los restaurantes más prestigiosos. Entre sus preparaciones más emblemáticas destacan:
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Chivo al Ajillo
Este plato clásico resalta el sabor puro de la carne, marinada en una mezcla de ajo, perejil y vino blanco, y cocinada a fuego lento. El resultado es una carne tierna y jugosa, acompañada de una salsa aromática perfecta para mojar pan. -
Chivo Asado
Una receta que exalta la simplicidad y la calidad del producto. Asado lentamente al horno con hierbas aromáticas y un toque de aceite de oliva virgen extra, el chivo se sirve con su piel crujiente y una jugosidad inigualable. -
Recetas Modernas
En los últimos años, el chivo lechal malagueño ha inspirado a numerosos chefs que han creado nuevos platos para sus restaurantes o para los concursos que se crean `para actualizar el recetario.
Gracias al esfuerzo de ganaderos, cocineros y organizaciones locales, el chivo lechal malagueño está ganando reconocimiento más allá de las fronteras de Andalucía. Ferias internacionales de gastronomía y eventos como Sabor a Málaga han sido clave para dar a conocer este producto único, que ya se encuentra en las cartas de restaurantes de toda España y más allá.
El chivo lechal malagueño no es solo un plato; es una experiencia culinaria que encapsula la esencia de Málaga. Su sabor suave, su versatilidad y su fuerte conexión con las tradiciones locales lo convierten en un emblema de la gastronomía andaluza.
Para los amantes de la buena mesa, probar el chivo lechal malagueño es adentrarse en un universo de matices y texturas, una oda a la tierra y a quienes trabajan para preservar su legado. Si tienes la suerte de visitar Málaga, o ya vives aquí, asegúrate de buscar este tesoro culinario en sus mercados y restaurantes. No te decepcionará.