La Mistela de Málaga es una bebida tradicional de la provincia, especialmente arraigada en la zona de la Serranía de Ronda y en el municipio de Arriate. Se trata de un licor dulce, aromático y de baja graduación alcohólica que se consume habitualmente como digestivo o durante las sobremesas. Aunque comparte algunos rasgos con los vinos dulces, la mistela no es exactamente un vino, sino un mosto de uva al que se le añade alcohol vínico o aguardiente para impedir la fermentación. De este modo se conservan los azúcares naturales del mosto y se obtiene una bebida densa, brillante y con una dulzura característica.
En Málaga, la versión más conocida es la Mistela de Arriate, un licor artesanal de sabor suave y perfume especiado. Su elaboración tradicional combina anís con hierbas y especias como canela, clavo, matalahúva, azafrán, hierba luisa, piel de naranja y de limón, junto con azúcar y, en ocasiones, mosto de uva. Los ingredientes se infusionan lentamente y se dejan reposar para que el licor adquiera cuerpo y equilibrio aromático. El resultado es una bebida de color ámbar y aroma intenso, ideal para tomar bien fría después de las comidas o en celebraciones.
El origen de la mistela es antiguo y se remonta al ámbito mediterráneo. Su nombre proviene del italiano mistella, que significa “mezcla”, y se usaba para designar el método de conservación del zumo de uva mediante la adición de alcohol. En Málaga, la costumbre de elaborar mistela se consolidó en los pueblos del interior, especialmente en la Serranía de Ronda. En Arriate, esta bebida se convirtió en una tradición doméstica transmitida de generación en generación, elaborada en casas y cortijos como bebida festiva y familiar. Su valor cultural es tal que la Mistela de Arriate ha sido reconocida como parte del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, reflejo de su importancia en la vida social y gastronómica de la región.
La producción de mistela en Málaga es principalmente artesanal. En Arriate, por ejemplo, destaca el productor La Tradición de Arriate, que elabora esta bebida siguiendo métodos caseros y cuidando la calidad de los ingredientes locales. Su mistela mantiene el perfil clásico de la receta: dulce, aromática y con notas de hierbas y cítricos. La bebida no suele fabricarse a gran escala, lo que refuerza su carácter de producto de proximidad y de identidad local. Lo que hace especial a la Mistela de Málaga es su equilibrio entre el dulzor del mosto y la frescura de las hierbas aromáticas, junto con su fuerte vínculo con la cultura popular andaluza.
Es una bebida sencilla pero profundamente evocadora, que conserva la esencia del campo y la tradición familiar. Degustarla es recorrer la historia de un pueblo que ha sabido mantener viva su herencia artesanal a través del tiempo. En definitiva, la Mistela de Málaga no solo es un licor, es una expresión de la tradición y hospitalidad malagueña y del buen hacer de sus gentes.
Aunque cada hogar tiene su propia receta, una básica podría ser la siguiente:
Ingredientes:
500 ml. de anís seco o aguardiente
1000 ml. de agua
500 gr. de azúcar
Un puñado de hierba luisa
Un puñado de matalahúva
2 varitas de canela en rama
2 clavos
Un naranja
Un limón
Azafrán
Elaboración:
En una cacerola grande ponemos el agua y el resto de ingredientes, excepto el anís y el azúcar, y lo llevamos a ebullición durante unos 30 minutos.
A continuación, lo colamos y añadimos el azúcar y el anís seco o aguardiente, y lo dejamos reposar a temperatura ambiente.