Palodú

Cocina exigente a cuatro manos

En Palodú Cristina Cánovas y Diego Aguilar practican lo que ellos mismos han bautizado con el concepto de “cocina dual”, un restaurante con dos chefs al frente, “en pie de igualdad, sin jerarquías”. Una armonía inusitada que los ha transportado a un nivel gastronómico que son ejemplo de calidad y elegancia.

Se trata de un local cuya evolución ha sido meteórica pese a la juventud de sus cocineros. Palodú abrió sus puertas hace siete años enfocados en un concepto de tapas y raciones que pronto se les quedaba pequeño. Sus vibrantes mentes se expandían más rápido de lo que daba de sí el concepto en cuestión. Lo que les obligó a cambiar el formato del negocio hacia un restaurante más maduro. De este modo, fueron perfeccionando sus platos hasta conseguir ser un referente de alto nivel, gracias a propuestas con dominio de técnica y productos de gran calidad.

Entre las propuestas de su carta siempre hay un espacio destacado para los productos de proximidad como embutidos, quesos, pescados y mariscos y, por supuesto, para el recetario tradicional versionándolo con vanguardismo, sin perder su esencia. Ejemplos son el pan crujiente, papada y mostaza o el salmonete, gazpachuelo y patata rocoto.

Este joven dúo formado en la prestigiosa escuela de cocina de Málaga La Cónsula han logrado un nivel de sofisticación y creatividad en sus platos plasmados con una extrema sencillez propia, más bien, de una longeva carrera.

El espacio gastronómico también ha mutado, y han pasado de Teatinos, el barrio joven de Málaga, al centro histórico dela ciudad, justo al lado del Mercado de Atarazanas, em donde siguen ofreciendo una cocina exigente y ecléctica, asentada en el producto malagueño de temporada, lo que le ha permitido obtener el Premio José Luis Barrionuevo al Mejor Restaurante 2019 por la Academia Gastronómica de Málaga y estar recomendado por la reconocidísima guía Michelin.

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